2 abr 2011

San Miguel: Columna de Diego Belon

SOBERBIA Y EGOISMO


Dicen que la soberbia, como pecado capital, no sólo es el mayor de los pecados según las sagradas escrituras, sino la raíz misma del pecado y que por lo tanto, de ella misma deviene la mayor debilidad; pues no se trata del orgullo de lo que uno es, sino del menosprecio con el que se ve a los semejantes. No es sólo en el ámbito de la teología donde se puede describir como pecaminosa a la soberbia, sino en el campo de lo terrenal es donde cobra matices de crimen, si quienes se envisten de soberbia son los políticos.


Casos hay muchos, un ejemplo histórico de soberbia y poder lo dio Napoleón Bonaparte cuando logró que el propio Papa Pío VII se trasladara a París especialmente para coronarlo en la catedral de Notre Dame. Durante la ceremonia Napoleón, tomó la corona y se invistió él mismo con los símbolos imperiales, mostrándose por encima de todos los presentes, incluido el representante de Dios en la tierra.


La historia política de nuestro país, también está escrita sobre hombres y mujeres que con su poder alimentaron a la soberbia  y ésta alimentó aún más su poder. Los resultados de esos excesos trajeron como consecuencias, un pueblo con grandes diferencias, con muchos pobres y pocos  ricos. Una Argentina dolida con la clase politica y con una casi extinta esperanza de un buen gobierno.


Nuestra cultura y casi todas las culturas consideran que el egoísmo es deplorable y debería ser erradicado. De hecho si nos ponemos a ver las bases del marxismo, este se basa en que el egoísmo es una de las manifestaciones del hombre, que es solo algo cultural y por lo tanto se puede erradicar, con educación y el ejemplo no solo de los padres si no de la sociedad completa.
               

La política debe ser el juego que construye un interés general que se pone por encima de los individuos, suma la creatividad de los egoísmos generando una realidad colectiva  superior a las pretensiones individuales.

El enfoque filosófico parece pertinente para nuestra época pero desafortunadamente no encuentra una traducción en las acciones de los políticos, que aunque en teoría son los encargados de la política, o sea de construir una realidad colectiva superior, han llevado el egoísmo a la política, sus decisiones se basan más en asegurar su FUTURO PERSONAL y la CONSOLIDACION de sus INTERESES PARTICULARES. Han suplantado al interés general reduciendo la voluntad general a una lucha de INTERESES PARTICULARES.

El lenguaje político deja traslucir acciones revanchistas y un discurso lleno de animosidad que demuestra poca capacidad de comunicación.


Si los políticos están preocupados por el costo político, tal vez deberían ocuparse de tomar decisiones que les den ganancias, o sea que sean populares, pero entonces nos aclaran que hay que tener cuidado con lo popular porque puede ser pernicioso. De nuevo la afirmación aquella: “las minorías se equivocan a veces, las mayorías siempre”. Y en efecto el pueblo vive equivocado.

La política ha fracasado y todos somos responsables de su fracaso, los políticos por traicionar a la ideología y la confianza de la sociedad que puso en sus manos la atención de los temas que requieren de una visión de largo plazo, y los ciudadanos por haber abandonado la conducción societaria sin atender su destino.

Si bien el análisis lejos de querer atribuirlo a tal o cual político local  quien puede tirar la primera piedra ??????????????????????????????

1 comentario:

Anónimo dijo...

En San Miguel sabemos y conocemos el prontuario de este delincuente. Quiere meterse en politica para robar mas. Es un garca
Lito de bella vista