29 ago 2013

NACIONAL: NO QUIEREN PASAR A AEROLINEAS

Carta de una azafata de LAN Argentina

Qué día de mierda, la verdad. Qué día del orto pasamos hoy.
Más adictivo que el Candy Crush meterme cada dos minutos a leer qué habían opinado mis compañeros, los anti k, los anti cámpora, los que confunden a Aerolíneas con la Cámpora, los que mezclan a los tc de las otras empresas con sus dirigentes, los silencios profundos de aquellos quienes apoyan fervorosamente al gobierno y el odio de quienes quieren verlos caer de una puta vez.
Yo he decidido llorar.
Y entonces, he llorado todo el día.
No pude escribir, no pude hacer nada de todo lo que podía hacer en el día, no pude ver una peli, pasear, darme una ducha renovadora, o simplemente, recordar algo y reir…
Solo pude llorar.
Puedo sentir un temblor frío recorrer la espalda de los ex Lapa. Puedo sentir a los pequeños de 23 años sufrir por este primer y gran trabajo que tanto les costó conseguir, puedo escuchar las voces preocupadas en Salguero, de box en box; puedo escuchar la desesperación de quienes dejaron la piel por estar hoy en este lugar.
Camino por la plataforma mientras rompo a propósito mis medias de descanso. Ya no necesito descansar. El piso tiembla bajo mis pies y voy a ciegas hacia MI lugar.
Al escuchar mis pasos cruzando la pista, el Bravo Sierra Juliet ruge como un león enardecido en el Hangar, su voz enfurecida desata mi ira, ¡¿Qué diablos te están haciendo mi amor?!
Corro a encontrarlo y lo encuentro atado de pies y manos. Lucha con todas sus fuerzas, logrando sacarse de encima a cientos de personas que quieren inmovilizarlo y sacarlo de allí.
El piso tiembla y las paredes quieren ceder, porque todo en ese Hangar es nuestro, y la energía de pertenencia de las cosas es una de las energías más fuertes que hay.
No podemos ser dueños de ninguna cosa que no hayamos conseguido por medio de nuestro propio esfuerzo o nuestro derecho natural. Todas las cosas que han sido obtenidas de manera ilegal, por medio de un robo o un engaño, se perderán; ya que los objetos tienen una energía de pertenencia y sólo obedecen a aquellos que supieron ganarla. Es una suerte de magia de los objetos, algo inexplicable para muchos y obvio para algunos pocos.
En mi religión, la religión del avión, la energía de ese hermoso lugar, nuestro precioso Hangar, nos pertenece. ¿Por qué? Porque trabajamos con y por él, porque lo cuidamos, porque todos los días cientos de personas hacen de él su oficina, su refugio, su hogar; porque LO PAGAMOS y PORQUE TENEMOS UN PUTO CONTRATO HASTA  EL 2023 LA RE PUTÍSIMA MADRE QUE LOS RE MIL PARIÓ!!!!!
Pero en este hermoso país en el que he nacido, la ley está escrita para los que temen. Así es, sólo los temerosos la cumplen, los demás se limitan a violar, robar, mentir, avasallar y conseguir todo lo que desean con la protección de otros mafiosos como ellos. Sin miedo, sin dudas… sonríen ante las cámaras sobrando al pueblo, riéndose de nosotros en nuestra cara, burlándose de los lomos doblados de las personas que trabajan todos los días, poniéndole impuestos a nuestro esfuerzo, poniéndole cepo a nuestras elecciones, poniéndole punto final a nuestra vocación.
YO soy escritora y azafata. La primera nació en el Centro Gallego y la segunda en el Bravo Sierra Juliet; así que se imaginarán que ver a mi padre gritando de dolor, destrozado y abatido, luchando contra la corrupción de un sistema estúpido, necio, ambicioso, maldito y manipulador, no me hace ninguna gracia.
Hoy, estas azafatas son amazonas, hoy estos pilotos son caníbales, hoy todo Costa Salguero es furia, hoy Sala de Briefing es Sparta.
Hoy me pinto la cara con aceite de avión y me tatúo a fuego el poder del FBO.
Hoy, todos en la pandilla Brava son TANQUES, hoy el Sierra Juliet es el JEFE DEL PELOTÓN.
Cuando dicen que no nos preocupemos porque si la empresa nos despide haremos paros y lío, y que otra empresa nos absorverá y que estemos tranquilos porque se va a solucionar, yo respondo lo  siguiente.
YO NO QUIERO TRABAJAR EN AEROLÍNEAS ARGENTINAS LA REPUTA MADRE QUE LOS PARIÓ.
YO NO QUIERO CONSEGUIR TRABAJO EN EMIRATES, NO QUIERO IRME DEL PAÍS PORQUE NO ME DEJAN TRABAJAR, NO QUIERO HACERLE PAROS A MI PROPIA EMPRESA CUANDO LO QUE QUIERO ES TRABAJAR. QUIERO VOLAR, VOLVER A MI CASA, PASEAR CON MI PERRA, COBRAR MI SUELDO Y VOLVER A TRABAJAR.
NO QUIERO QUE INVENTEN EMPRESAS QUE NOS PAGUE SUELDOS FANTASMAS QUE SALGAN DE LOS IMPUESTOS QUE PAGAMOS, NO QUIERO VESTIR LOS COLORES DE LA EMPRESA QUE ESTOS HIJOS DE RE MIL PUTA ME ESTÁN HACIENDO ODIAR.
ME CAGO EN TODOS SUS MACABROS CEREBROS HIJOS DE UN ENJAMBRE DE PUTAS POR QUÉ CARAJO NO NOS DEJAN EN PAZ!??
No quiero ir a trabajar a Aerolíneas.
No quiero.
Tengo amigos allí, amigos que amo y que amo que estén en esa empresa. Me encanta ver los aviones de aerolíneas al lado de los nuestros, me encanta que sea la empresa de nuestro país, me encanta que todas las abuelas y las madres y las hijas hayan sido y sean tripulantes vitalicias de esa empresa, me encanta, amo eso, es hermoso. Amo que tengan mejores aviones, amo al Jumbo, amo que existan.
Pero yo tengo otra cultura.
Y amo más a mi cultura, la puta que los parió.
Amo putear por cambiar mis zapatos en las escalas, amo el puto sanguchito del celíaco que nadie quiere comer, amo nuestras cajitas de videos del año del orto, amo que tengamos que subir una cajita con curitas y vendas para que no nos las roben, amo ese pollito inmundo cortado en pedacitos, y las demoras del papamóvil, y el Córdoba Bariloche y el Triple Santiago y la Reva y nuestros cardex y los mails de esa gente que ascendió a puestos que no sé que son, y también los de cuarentena, y los newsletters.
Amo los ojos de quienes me han elegido para que yo hoy esté aquí, amo que el For Bitching sea rojo y azul, amo que JAMÁS me hayan dicho que dejara de escribir, amo que todos ustedes sean parte de esto, amo haber llegado hasta acá.
Por eso rompo mis medias, por eso corro sacándome los zapatos, descalza hacia mi lugar.
Y allí lloro a los gritos debajo del Sierra Juliet, y allí me peleo con mis uñas y mis dientes contra todos los que nos quieren mover.
No voy a dejar de llorar ni un minuto, no voy a dejar de pegar, de gritar, de romper, de pedir, de exigir, de insistir.
Y NO ME VOY A MOVER.
Juliet, no te prometo que esta guerra será fácil, no te prometo que no habrá heridos, no te prometo que no hemos de sufrir, pero sí te prometo dejar mi hidráulico en esta lucha, sí te prometo estar del lado de lo nuestro, de lo justo, de lo que nos hemos ganado y de lo que merecemos.
Seré la voz, seré el lugar, seré el pañuelo, seré el abrazo, seré todo lo que tenga que ser.
2999 personas me acompañan, y no tenemos ninguna intención de ceder.

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